viernes, 19 de junio de 2009

Es otra dimensión, lo juro.

Tenía mucho frío.
Mucho frío acumulado en el cuerpo, frío que de alguna forma se había vuelto líquido así que era menestar desahacerse fisiológicamente de él lo antes posible.
Salió de la cafetería con mochila en espalda buscando desesperadamente un sanitorio, intempestivamente y casi de reojo, debido a la premura excesiva con la que lo buscaba, un cuadrito negro con una silueta humanoide colgado sobre la parte superior de una puerta blanca.
Entró.
Una vez adentro buscó de esos ovalines a media altura llamados mingitorios. No los halló. Pero la urgencia de la necesidad era tal que no reparó en nimiedades extrañas como esas y en uno de esos cuartitos contiguos unos de otros con un inodoro cada uno procedió a deshechar el exceso de líquidos. Es una sensación plenamente indescriptible la que se siente cuándo eres libre de las apremiantes ganas de orinar.
En eso estaba el mozalbete cuando de pronto escucha que se abre la puerta y escucha a sus espaldas el ruido de unos pasos. Pero no unos pasos cualesquiera, no. Unos pasos constantes y elegantes de unos gráciles pies enfundados en sendos tacones.
Este peculiar sonido llamó su atención y de repente al mirar hacia al frente percibe una especie de recipiente plástico muy peculiar que nunca había visto en toda su vida; pero era aún más peculiar la leyenda que ostentaba esa cajita de plástico blanca de marca "Rubbermaid" y es que la leyenda decía así: "Favor de depositar aquí las toallas sanitarias. Ayudemos a conservar limpios éstos baños."
Ausencia de mingitorios, presencia de contenedores para toallas sanitarias y ruidos de tacones. Las evidencias era contundentes. Acaso era posible?
En vez de salir aterrado corriendo como todo un valiente lavé y sequé mis manos con toda la paciencia del mundo y salí de ese extraño lugar. Una vez afuera, miré a mis espaldas una abstracta silueta claramente femenina burlarse de mí colocada sobre la puerta.
Pues sí, así fue. Nunca en mi vida había entrado a uno de esos. Era tanta mi urgencia que entré en el primer baño que vi sin distinguir bien el letrerito. Esa fue mi experiencia que traumó mi día ya que como bien ha dicho Manuel Mijares: "Es otra dimensión."

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Jedi....no cabe duda...te atraen los tacones altos????
Se ven lindos....y más si los lucen unos pies elegantes....Esa..esa sí que es otra dimensión...YO

Jediael dijo...

Hola YO. No entiendo bien del todo cuál es el objtivo real de tu pregunta. Además creo que cualquier respuesta que te de públicamente corre el riesgo de ser malinterpretada, no lo crees?
Sólo una pregunta, eres tú la que solía firmar con un "Hasta luego..."?
Cuídate mucho. Saludos y gracias por comentar.

Anónimo dijo...

Entonces la respuesta me la quieres dar en privado???

te agregaré a mis contactos...YO

ECV dijo...

Uff AGUAS AHAHAHAHAHA!

Jediael dijo...

".............."
Me quedé esperando a que me agregaras "Yo"...