lunes, 31 de agosto de 2009

Cherry Bomb

El callejón oscuro deja ver tenuemente el vapor que sale de las alcantarillas que viven arrastradas sobre la sucia e intransitable calle.
Al ver esta escena nadie sospecharía que justamente en la calle contraria se ubica la entrada al hotel más fastuoso de la ciudad.
Alfombra roja, limosinas blancas con dorado, multitud de flashes, hombres con smokin y mujeres con vestidos se agolpan en el lobby del hotel Corona Real; esta noche es la presentación del nuevo dispositivo Cherry01, el más poderoso de su tipo al alcance de la sociedad civil.

-Explíqueme otra vez porqué voy a ese hotel?
-Ya te lo dije Ángel, ese aparatejo es el más avanzado de su tipo
-Aja y?
-Y? Y. . .
-Es que no entiendo qué tenemos que hacer nosotros en un evento de una gran empresa multinacional para gente bonita, déjelos que coman y beban y vean el aparatito
-Te lo vuelvo a decir; investigamos y la empresa que desarrolló este dispositivo, el famoso Cherry01, no tiene programada una presentación de gala en la ciudad, no hasta el momento, la gente de relaciones públicas nos lo confirmó, no hay ningun evento programado para esta ciudad en los próximos meses
-Sí pero. . .
-Además la oficina de aduanas reportó que la empresa que solicitó la importación del dispositivo es una empresa fantasma, no existe
-Bueno, eso es algo que. . .
-Por lo que sospechamos que esta tecnología no tenga como destino final la iniciativa privada, me entiendes?
-Pero quién puede querer algo como esto?
-La empresa que desarrolló el Cherry01 ha estado involucrada en proyectos del gobierno europeo contra el terrorismo, esta información es extraoficial pero ha sido confirmada varias veces por nuestros servicios de inteligencia, recuerdas que te lo comenté la semana pasada?
-Quiere decir que. . ?
-Sí, exacto. Por eso te mando, para que vigiles, y sobretodo estés atento. Inteligencia reportó que muy probablemente se aparezca ella
-Sagitario? La mujer que se supone existe pero nadie ha visto?
-Sí existe y sí la han visto, tenemos registros y reportes de otros agentes; pero recuerda, el objetivo de esta operación no es capturar a Sagitario sino cuidar el dispositivo puesto que inteligencia garantiza que en manos de los S's el Cherry01 es una verdadera amenaza
-Está bien jefe, yo se lo cuido y le mantendré informado de todo
-Eso espero Ángel, eso espero

Ángel se apea del vehículo que lo transporta. Su atuendo es meramente informal pero el saco caqui que lleva lo salva de la desfachatez total.
Ordena a algunos compañeros hacer un perímetro discreto afuera, alrededor del fastuoso y alto edificio. Él, con la placa de policia que lleva lo dejan pasar sin mucho inconveniente y se cuela fácilmente al coctel de gala.
Y ahí está, en medio de un gran salón tal vez excesivamente iluminado por un gran, enorme y dorado candelabro justo en el centro del techo bajo el cual, guarecido por una fuente de hielo y un estanque de algún coctel de cereza, se encuentra un estilizado y rojo maletín y sobre él el pequeño dispositivo que permite una integración intersistemas de manera automática además de poder recuperar información pasada de bases de datos que ya no existan.
Ángel camina lentamente por el salón, no repara en la gente más educada y rica que él que mira de soslayo y de forma despectiva el saco caqui y sus jeans deslavados.
Se aproxima a la mesa de cocteles y se acerca una copa para comprobar el nivel etílico de la bebida. En eso, repara en la cantidad de bellezas que circulan alrededor de él. Mira como ellas resaltan al contrario que ellos que tonos más, tonos menos parecen ir vestidos igual. Pero ellas, con sus deslumbrantes y elegantes vestidos verdes, morados, rojos, negros y azules con zapatillas que brillan y hacen ruido cuando sus dueñas se desplazan, todas altas y elegantes pero descubre, que ella, la lacia que está justo al otro lado del salón con las piernas cruzadas lo está mirando y lo mira con una mirada nada convencional. Sostiene un cosmopolitan con su frágil y delicada mano con una gracia extraordinaria. Ella lo mira y él no puede sino hacer los mismo. Recorre visualmente su rostro. Tiene una tez sutilmente morena, las cejas, las pestañas y los ojos finísimos y oscuras. Sus labios delgados pero atractivos resaltan por su recubrimiento rojo. Su cabello incríblemente lacio, extremadamente cuidado; cada largo cabello en su lugar y un poco de volumen, solo el necesario, exacto al final de su caída capilar que se acolchona cómodamente sobre sus femeninos hombros.
Ella lo ve y sin mover los labios le sonríe, lo invita a acercarse en silencio. Él, curioso como siempre, reconoce, trata de reconocer ese magnífico rostro que le parece resultar no del todo desconocido. No, definitivamente no.
Se acerca de la manera más discreta que le es posible para tratar de empatar esos finos rasgos que ve con algún retrato escondido en su memoria. Se aleja del rojo maletín y sortea varios trajes y vestidos para llegar al otro extremo del salón.
La mujer se levanta de su lugar y hace caminar a Ángel un poco más, lo hace perseguirla mientras le lanza miradas furtivas a la vez que parece sonreír. Ella llega hasta la mesa del centro, donde está la fuente de hielo y cereza y Ángel se ha dado cuenta de que han invertido posiciones. Ella lo mira sin parpadear, intíman miradas y ella saca delicadamente de su pequeña bolsa de mano un pequeño artefacto, ahora sí sonríe tenuemente mientras le entrecierra los ojos a Ángel apretando los labios, Ángel logra identificarla pero es muy tarde.
Acciona con sus largos dedos lo que sea que haya sacado de su bolsa y al instante una explosión venida de quién sabe donde se intromete con violencia y llega a arruinar la fiesta.
Ángel se levanta del piso agitado, mira hacia la fuente del centro y ve el maletín ausente. Acerca su muñeca a su boca y ordena:
-Atención! Cierren este edificio! No dejen salir a nadie de este hotel. Llamen a la policia y vean siu pueden formar un perímetro a la redonda
-Qué pasa jefe? Los Ss?
-Así es, los Ss
Deambula por el salón despejando el humo con las manos para dirigirse a las escaleras de emergencia. Baja apresuradamente y escucha disparos. Habla de nuevo por su muñeca.
-Qué pasó allá afuera?
-Ss señor, salieron quién sabe de dónde, son como diez
Pero Ángel sabía que esos delincuentes con sus ridículos trajes negros e insignias blancas no eran el objetivo.
-Diler, escúchame bien, quiero que se fijen sí. . .
Una nueva explosión se dejó sentir y escuchar, Ángel apresurado llega hasta el callejón por la puerta trasera del hotel. Un callejón oscuro y lleno de escombros incendiándose. Llega y ve a algunos agentes junior heridos tirados en el piso y de repente, a sus espaldas siente un resplandor nocivo, una nueva explosión; pirotecnia, humo y flashazos cegadores que permitían ver a varios Ss corriendo.
Pero Ángel había aprendido de sus errores pasados, dejó de distraerse, volteó y al otro lado de la calle la vio caminando apresudaramente con sus zapatillas y su bolsa de mano.
Ella lo vio de nuevo con esa mirada coqueta distractora y corrió por las oscuras calles. Ángel aturdido se lanza tras ella.
-Qué diantres pasa Ángel?
-Sagitario señor, estaba en lo correcto. Todo este circo fue para aparentar, fue para entregarle a los Ss el dispositivo señor, tenía razón
-Y ahora qué?
-Persigo a Sagitario señor, corro tras ella
-Cómo? En la calle? A pie?
-Así es señor
-Pero cómo. . .de qué se trata esto?
-Todo fue muy bien planeado señor, los Ss se presentaron pero sólo como distractores, por cierto algunos muchachos. . .
-Pues qué esperas? Atrápala! O por lo menos recupera lo que se robó
-Eso intento señor. . .Oh no!
-Y ahora qué?
-Se metió a un edificio, parece un club, un club nocturno
-Pues entra y atrápala
-Será difícil señor, en ese lugar y entre tantas. . .
-No creo que sea difícil encontrar a una mujer con atuendo semimilitar y una boina negra con dos Ss entrelazadas
-Es que ese es el problema señor, al parecer la boina no combinaba con las zapatillas. . .
El jefe le increpaba el no haber podido alcanzar a una mujer corriendo con zapatillas pero Ángel ya no lo escuchaba; dentro del club, la musica y el ambiente lo abrumaban. De repente se vio inmerso en un universo paralelo, uno dominado por beldades jóvenes y opulentas. El joven agente se encontraba perdido en un mar de belleza, moda, lujo y licor. Atolondrado como estaba se dispuso a buscar a la sargento; tenía que examinar cuidadosamente a toda fémina que se le pareciera, mirar sus cabellos, escudriñar sus rostros, examinar sus vestidos... La luz cambiante iluminaba de diferentes tonalidades la tez de Ángel. Un club nocturno era un escenario que no se incluía en los entrenamientos.
Se paseó apretujándose entre los cuerpos y buscando a su objetivo perdido, todo había sido tan rápido. . .un coctel, una mujer hermosa, explosiones, flashes, disparos, hombres heridos, correr y agitarse, meterse a un mar de estrógeno, esto no era normal pero sobretodo nunca se imaginó que la sargento segundo Samantha Sagitario Sáenz, presunta y visible líder de los Ss, el grupo terrorista que hacía temblar al gobierno y tenía siempre en ascuas a la sociedad, fuera a presentarse ante él hoy en forma de mujer hermosa y fatal. Eso no era justo.
Estaba absorto en sus pensamientos cuando sintió que sus oídos estallaban pues todas las bocinas del lugar estallaron al mismo tiempo yu de nuevo, destellos pirotécnicos iluminaban exagerada y nocivamente el lugar. Mientras trataba de proteger su vista con su mano de la brillantez extrema y se movía a sordas la vio de nuevo a escasos tres metros de distancia. La muy ladina tenía en una mano las pirotécnicas y descorcentantes armas, pequeñas y rojizas esferas que tenían por tallo brillantes mechas, en la otra mano sostenía el pequeño bolso dentro del cual se adivinaba el maldito dispositivo.
No tenía porqué mostrarse así, Ángel nunca la hubiera encontrado pero ella irrespetuosamente se delató así misma. Le sonrió de nuevo con una sutil curva de sus labios, se mesó el cabello y le disparo un seductor y burlón beso para alejarse corriendo.
Ángel, más por obligación que por convicción, salió tras ella.
Corrían por las calles nocturnas bajo un cielo oscuramente azulado; la pálida y amarillenta luz de las lámparas públicas era insuficiente.

-Ángel! Repórtate muchacho!
-Estoy tras ella jefe!

Pero la verdad es que cada vez estaba mucho más detrás de ella. La sargento corría grácilmente con zapatillas y vestido por las calles provocando un constante y bonito sonido, arrojó una de esas cerezas de polvora tras de sí y Ángel se vio envuelto en una nube de gas lacrimógeno.
Como pudo se alejó y con los ojos llorosos miró hacia el final de la empinada calle y sólo vio un azul muy oscuro. De repente vio una pequeña chispa encenderse y luego varios flashazos de blanca y deslumbrante luz que dejaban ver la estilizada silueta de la sargento. Miró a Ángel una vez más, ladeó la cabeza como con burlona lástima mientras apretaba los hombros, le entrecerró los ojos y le dio la espalda de forma por demás descarada para encerrarse en esa cortina de humo en la oscuridad y quietud de la noche.
Ángel escuchó una nueva explosión a lo lejos. . .

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tENGO UNA DUDA MUY GRANDE jEDIAEL.....LAS ZAPATILLAS QUE LLEVABA LA HERMOSA MUJER ERAN DE CRISTIAN LOUBOUTIN???' AHAHAHA ESAS ME ENCANTAN.....

h:e.

Jediael dijo...

Jaja, sí claro. Porqué no?