Hoy es el fabuloso 18 de marzo. Y fuera de escribir sobre el ambiente carnavalesco de ocio y diversión que se vive en mi ciudad natal como en otras urbes petroleras quiero llamar la atención hacia el evento histórico que muchas veces muchos de nosotros consideramos irrelevante.
Lo que pasó el 18 de marzo de hace 72 años fue el producto de una gran personalidad, tanto del Gral. Lázaro Cárdenas como del pueblo mexicano, produciendo a su vez varias anécdotas protagonizadas por todos como país, es por esto que debemos recordarlo.
Resulta que años antes las compañías petroleras y extranjeras que tenían el beneplácito de nuestro país de extraer y producir todos los derivados del oro negro, sin embargo estas compañías (que en estos días podríamos identificar con nombres como: Exxon, Chevron, Shell, Texaco, Penzoil, BP y demás) se habían pasado de lanza con la mano de obra mexicana, la cual, luchona como siempre se puso al brinco y armó varias huelgas en varios puntos del país, se organizaron y formaron el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana porque "unidos podemos más" y cada vez fueron ganando más atención en ese entonces, raro a lo que estamos acostumbrados a ver, el presidente miró con agrado la lucha de sus compatriotas y decidió intervenir para echarles la mano, mandó a hacer una análisis financiero a las empresas estas para ver si contaban con la capacidad económica de cumplir con las exigencias de los trabajadores mexicanos y resultó que efectivamente las extranjeras se estaban haciendo parientes por lo que el presidente habló con ellas y les dijo que accedieran a las peticiones de los trabajadores con la garantía de que las huelgas quedarían atrás, el dueño de una de ellas le faltó el respeto directamente al Gral. cuestionando su autoridad e identidad como ejecutivo federal lo que muy seguramente avivó los ánimos de nuestro militar jefe de estado y decidió aplicarles la expropiación a todas por gandallas con base en la Ley de Expropiación del 23 de noviembre de 1936 y al Artículo 27 de nuestra carta magna.
Lo anunció ese viernes a las 10 de la noche, aunque las empresas extranjeras les entró meyo y quisieron arreglarse ahora sí por las buenas la decisión ya estaba hecha, la palabra dicha y ps adios Chevron, adiós Shell, adiós Exxon. Hola PEMEX.
Como consecuencia de esto se produjo un acontecimiento nacional inédito (desde mi punto de vista), el 23 de marzo se convocó a toda la ciudadanía nacional a cooperar de manera voluntaria con algo para juntar y pagar la indemnización justa y correspondiente. Los registros de aquel día realmente me emocionan: mexicanos de todas las clases sociales se volcaron en un exceso de generosidad, amor hacia su país y apoyo a su gobierno. Gallinas, borregos, joyas, anillos de matrimonio, medallas de bautizo, y hasta alcancías de barro con forma de pintorescos cochinitos donados por infantes mexicanos, todo esto y más fue ofrendado por el pueblo mexicano de 1938 para mandar muy lejos a esas compañías sin que nos reclamaran nada. Sublime no?
Posteriormente, dado que habíamos corrido a los expertos no desconocíamos muchos de los procesos que permitían gozar de diferentes derivados petroquímicos, uno de ellos destacaba por su importancia puesto que permitía graduar el octanaje de la gasolina. A pesar y en contra de todo los mejores chavos en química del IPN (el poli) lograron descubrir el proceso, desde 0, sin la ayuda de ningún gringo o europeo, nosotros (ellos) solitos.
Por estos y otros anécdotas que desconozco creo yo que el 18 de marzo significa una gran victoria del pueblo mexicano, puesto que de una forma por demás correcta ejerció su soberanía, se unió pasando por alto las barreras sociales y fue uno junto con el gobierno. No soy muy versado en historia pero considero que estas coincidentes acciones no son comunes en nuestra historia. Ojalá no olvidemos nunca esto y nos permita enorgullecernos de lo que hemos hecho pero también de lo que nos queda por realizar. Saludos! y ¡Qué viva la expropiación!
Lo que pasó el 18 de marzo de hace 72 años fue el producto de una gran personalidad, tanto del Gral. Lázaro Cárdenas como del pueblo mexicano, produciendo a su vez varias anécdotas protagonizadas por todos como país, es por esto que debemos recordarlo.
Resulta que años antes las compañías petroleras y extranjeras que tenían el beneplácito de nuestro país de extraer y producir todos los derivados del oro negro, sin embargo estas compañías (que en estos días podríamos identificar con nombres como: Exxon, Chevron, Shell, Texaco, Penzoil, BP y demás) se habían pasado de lanza con la mano de obra mexicana, la cual, luchona como siempre se puso al brinco y armó varias huelgas en varios puntos del país, se organizaron y formaron el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana porque "unidos podemos más" y cada vez fueron ganando más atención en ese entonces, raro a lo que estamos acostumbrados a ver, el presidente miró con agrado la lucha de sus compatriotas y decidió intervenir para echarles la mano, mandó a hacer una análisis financiero a las empresas estas para ver si contaban con la capacidad económica de cumplir con las exigencias de los trabajadores mexicanos y resultó que efectivamente las extranjeras se estaban haciendo parientes por lo que el presidente habló con ellas y les dijo que accedieran a las peticiones de los trabajadores con la garantía de que las huelgas quedarían atrás, el dueño de una de ellas le faltó el respeto directamente al Gral. cuestionando su autoridad e identidad como ejecutivo federal lo que muy seguramente avivó los ánimos de nuestro militar jefe de estado y decidió aplicarles la expropiación a todas por gandallas con base en la Ley de Expropiación del 23 de noviembre de 1936 y al Artículo 27 de nuestra carta magna.
Lo anunció ese viernes a las 10 de la noche, aunque las empresas extranjeras les entró meyo y quisieron arreglarse ahora sí por las buenas la decisión ya estaba hecha, la palabra dicha y ps adios Chevron, adiós Shell, adiós Exxon. Hola PEMEX.
Como consecuencia de esto se produjo un acontecimiento nacional inédito (desde mi punto de vista), el 23 de marzo se convocó a toda la ciudadanía nacional a cooperar de manera voluntaria con algo para juntar y pagar la indemnización justa y correspondiente. Los registros de aquel día realmente me emocionan: mexicanos de todas las clases sociales se volcaron en un exceso de generosidad, amor hacia su país y apoyo a su gobierno. Gallinas, borregos, joyas, anillos de matrimonio, medallas de bautizo, y hasta alcancías de barro con forma de pintorescos cochinitos donados por infantes mexicanos, todo esto y más fue ofrendado por el pueblo mexicano de 1938 para mandar muy lejos a esas compañías sin que nos reclamaran nada. Sublime no?
Posteriormente, dado que habíamos corrido a los expertos no desconocíamos muchos de los procesos que permitían gozar de diferentes derivados petroquímicos, uno de ellos destacaba por su importancia puesto que permitía graduar el octanaje de la gasolina. A pesar y en contra de todo los mejores chavos en química del IPN (el poli) lograron descubrir el proceso, desde 0, sin la ayuda de ningún gringo o europeo, nosotros (ellos) solitos.
Por estos y otros anécdotas que desconozco creo yo que el 18 de marzo significa una gran victoria del pueblo mexicano, puesto que de una forma por demás correcta ejerció su soberanía, se unió pasando por alto las barreras sociales y fue uno junto con el gobierno. No soy muy versado en historia pero considero que estas coincidentes acciones no son comunes en nuestra historia. Ojalá no olvidemos nunca esto y nos permita enorgullecernos de lo que hemos hecho pero también de lo que nos queda por realizar. Saludos! y ¡Qué viva la expropiación!
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