viernes, 23 de abril de 2010

A propósito del día del libro. . .

23 de abril, día del libro. Dado que lamentablemente los libros no son personas ni seres pensantes (aunque a veces parezca que sí) no podemos abrazarlos o felicitarlos personalmente así que como un pequeño y muy modesto homenaje compartiré con ustedes el anécdota del primer libro que recuerdo haber conocido y leído.

Comencé a leer desde muy pequeño, mis padres dicen que como a los 3 años aprendí a leer (cual pequeña Sor Juana Inés de la Cruz). Yo sólo recuerdo que en el kinder era el único niño que podía leer las tareas y no tenía que dárselas a la maestra para que ella las leyera. En fin, supongo que mi apetito lector era profundo y mis padres trataban de calmarlo con historietas, pequeñas revistas con historias ilustradas de los personajes del momento "Popeye el marino", "Tom & Jerry" "Motita", etc. Recuerdo cargar de un lado a otro una pequeña mochilita negra con azul y rojo y letras amarillas que decían ESPN, era mi mayor tesoro.
Algún tiempo después, recuerdo que en una de las rarísimas visitas a la casa de mis abuelos paternos (casi puedo contar con las manos las veces que he ido a esa casa en mi vida) me encontraba como, todo buen niño que se precie de serlo, curioseando por aquí y por allá. Había un gran y enorme escritorio viejo, supongo que me puse a abrir todos los cajones para ver qué había, no encontré nada o al menos algo digno de ser recordado per si recuerdo que en uno de esos cajones encontré un sólo objeto, un libro. Era un libro pequeño, no tanto como los de bolsillo pero más chico que un cuaderno de escuela, recuerdo perfectamente que estaba forrado por un forro (válga la redundancia) que en el momento de su compra debió ser transparente pero ahora estaba como amarillento, opaco y polvoso; en ese forro sobre la portada estaba escrito con tinta de bolígrafo rojo lo siguiente: mayor que >, con una letra que nunca reconocí. La portada del libro era mitad superior roja y mitad superior blanca, abajo decía en letras negras "Editorial Porrúa", arriba en contrastantes letras negras sobre el fondo rojo decía "El principito".
Abrí el libro, hojée las primeras páginas y sortenado el prólogo llegué a la primera página de la obra en la que había dibujitos raros y a color, comencé a leer y quedé preso de la sublime obra de Anotine de Saint-Exupery, mi papá me llamó (supongo que horas después) y me llevé el libro conmigo, jamás pregunté de quién era ni si me lo podía llevar, al yo haberlo comenzado a leer asumí que me pertenecía, sólo le dije a mi papá "mira lo que me encontré" y a partir de ese momento comenzó mi romance con esos prismas rectangulares cuyo volumen se construye hoja por hoja.
Quien haya leído "El Principito" sabe que fui realmente afortunado al presumir de él como mi primera experiencia literaria, es una obra maestra y sublime que para comentarla necesitaré de otro post, sin embargo es bonito recordar y rememorar aquelas grandes historias que marcaron mi vida: los cuentos de Poe que me tuvieron nervioso y sumamente sensible a cualquier ruido fuerte por días, las mil aventuras que me hizo vivir Julio Verne en las cuales daba la vuelta al mundo, viajaba en globo o iba a la luna tirado en una colchoneta en el piso de mi casa, el día sin luz eléctrica recluido en la casa de mis abuelos por la inundación y en el que leí sin parar hasta terminar ese mismo día "20,000 leguas de viaje submarino", "Demian" que me acompañó en mis días de convalecencia cuando me sacaron las muelas del juicio, los mitos de Cthulhu de HP Lovecraft que me horrorizaron tanto que tiré el libro al río Cazones, mis andares de prepa tan dulcemente sazonados por los poemas insulsos de Rimbaud, la ternura de los cuentos de Wilde y la ironía picaresca de sus obras y claro! por Dios! el día más feliz de cada ciclo escolar en la primaria! cuando nos daban los libros! Esos días llegaba a mi casa y comenzaba a leer, todo el día, no hacía otra cosa, sin parar, me echaba primero el de Español Lecturas y luego los fragmentos de textos que venían en el de Español "normal", recuerdo a mi mamá comentar con las vecinas sobre este extraño hábito mío no sé si con orgullo o con rareza o ambas.
En fin, bien la UNESCO por oficializar un día como el que pasó hoy. Gracias a Dios por los libros porque como decía el slogan de una editorial que no recuerdo: "Los libros nos hacen libres"

6 comentarios:

M dijo...

hola! de seguro no te acordas de mi jaja, soy la chica que escribia los poemas y los ´´capitulos`` de su ``historia´´ en su blog :) ya extrañaba pasar por aqui.
Yo tambien lei el principito!! pero mi primer libro no fue ese jeje lei otros tipicos como la cenicienta, la sirenita, etc.
Aprendi a leer a los 6 (buuuu) y fue con una enciclopedia del cuerpo humano- la forma mas rara de empezar no?- te sigo
saludos...

Jediael dijo...

Eres la chica nocturna que escribía por capítulos su novela vampiresca?
Saludos y gracias por la visita!

Anónimo dijo...

TU ROSA......
Ahora entiendo por qué soy única....Me has domesticado.....

Jediael dijo...

Mi rosa?
Cómo he podido ser tan distraído que en los múltiples paseaos desvariantes que he dado en mi pequeño asteroide no te he visto?

M dijo...

si soy la misma :) pero el blog cambio, digamos qe encontre una nueva manera de expresarme jajajaja

Jediael dijo...

Ah es cierto, ya me di la vuelta, vaya que es una nueva forma de expresión, me gusta como que te va más a tono.
Saludos!