domingo, 11 de septiembre de 2011

Mi esposa es un sol

Tengo 25 años de casado y nunca se lo había dicho a nadie. Soy un hombre listo, incrédulo, experimentado, que gusta de sobreanalizar las cosas a veces; leo el periódico todas las mañanas y pongo especial atención en las cifras cotidianas: clima, tipo de cambio, tasas de interés, inflación y demás. Me gusta estar enterado y poder explicar porqué pasan ciertas cosas a gente que no lee el periódico. Y sin embargo esto es tan real como la desaceleración económica proyectada para el siguiente año.
Es real. Antes pensaba que era fruto de esas alucinaciones y alteraciones fisiológicas que produce ese fenómeno químico que denominamos enamoramiento, ya saben: dopamina, norepinefrina y oxitocina, sin embargo cuando llevábamos 3 años de casados (que es el período tras el cual según los expertos se acaba el enamoramiento) las alucinaciones seguían por lo que comencé entonces a creer no que estaba loco sino que . . .bueno, podía ser real.
No tendría ningún problema si alguien más en algún momento me hubiera hecho algún comentario que corroborara mis visiones, pero no, al parecer sólo es conmigo.
Ella irradia una luz, pero no es una luz. . .no sé bien cómo explicarlo, disculpen ustedes, es una luz con una luminiscencia tal que incluso en los días más soleados y al aire libre ella brilla. Sé que es difícil que mis palabras tengan alguna credibilidad pero de verdad, es real. Desde la primera vez lo advertí, sentada allá a unos metros de mí la observé y de inmediato noté algo extraño sobre ella, yo juraba que nunca había visto una piel tan. . .brillante, es que no sé, de verdad les pido disculpas y de verdad que no quiero hacerles perder el tiempo, pero era algo así como un efecto de resplandor de photoshop, disculpen pero es lo que se me ocurre para que me entiendan. 
Después la fui conociendo y pude estar más cerca de ella y, he de ser sincero, a veces no la escuchaba mientras conversábamos (por favor no le digan) y no es que no me interesara su plática, todo lo contrario, lo que pasaba es que al estar tan cerca me quedaba obnubilado contemplando de cerca y "en vivo" el efecto más sorprendente que hubiera visto; toda su silueta estaba enmarcada por una especie de halo benigno y claro y pequeñas partículas luminosas (pero muy pequeñas, casi imperceptibles) jugaban a atraparse unas a otras sobre su piel, su sonrisa y su cabello. Espero comprendan cómo siendo yo hombre y teniendo un cerebro monotareas se me dificultaba contemplar tal espectáculo y escucharla con atención. No se puede, yo no podía.
He leído libros, navegado en la red, visto videos con expertos; psicólogos, psiquiatras, neurocirujanos, y demás y al parecer no es una enfermedad ya que fuera de esto nunca he visto nada irregular o sobrenatural, nunca he visto otra alucinación de otro tipo que me permita asegurar que padezco algún trastorno psicológico y entonces sí, acudir a recibir ayuda profesional como debe ser, pero no. No hay explicación racional para este fenómeno.
He de admitir que tiene sus ventajas, sobretodas resalta el hecho de que la puedo identificar fácilmente entre un mundo de personas opacas, además esa característica suya me cautiva y me distrae de observar a alguien más y  desde luego que ninguna noche es realmente oscura si estoy con ella.
Lo más increíble de todo es que ese efecto no ha menguado nunca en estos 25 años, ella luce radiante dormida, sentada, cantando, bailando, barriendo, regañando, enferma, con miedo, triste. . .supongo que es algo que ella no puede evitar. 
Según yo, he aprendido a disimular y ya no la miro con la boca abierta, sin embargo cuando estamos solos y la observo detenidamente ella se da cuenta de mi mirada contempladora y admiradora de su brillo sin igual y me lanza la pregunta "porqué me miras así?" y yo que después de años y años de tratar de explicar este singular fenómeno sin lograrlo no puedo mas que decirle la verdad "es que mi vida, eres un sol". No sé hasta qué punto me lo crea.

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