jueves, 3 de noviembre de 2011

Las ambivalencias de Donald Draper

Porqué Donald Draper es uno de los personajes de ficción más admirados por mí?
Porque el tipo es un tipazo. Es un fregón del incipiente mundo publicitario de los 60s, un experto vendedor de aire. Su trabajo consiste en evitar trabajar, le pagan por vestir bien, peinarse estrictamente, tomar, salirse de la oficina cuando quiera, es lo máximo. Pero lo que más le admiro es sus juntas de 3 minutos con su equipo creativo. Llegan sus ejecutivos junior y el director de arte con una idea y Don les dice que están bien zopencos y les da "la idea" y los manda a seguir trabajando mientras él hace cualquier otra cosa. Todo mundo lo respete, lo admira y tmabién envidia. El tipo es listo, apuesto y parece invencible. Realmente ha de trabajar unos 15 minutos al día y para eso necesita una libretita y una pluma y ya. Sus ideas son tan geniales que son tan valiosas como para que le paguen un gran sueldo por que se le ocurra una frase o visualice una imagen; tiene bien claro su puesto "director creativo" sólo eso y nada más, tal vez por eso es tan bueno. Además tiene en su casa a una de las pocas mujeres rubias que merece mi admiración por su belleza: January Jones, teniendo esa cabellera rubia y corta que evoca a la de Samantha en Hechizada, esos labios, esa mirada inocente e ingenua y ese gusto exquisito para usar vestidos, teniendo todo eso en casa. . .pff todos quisiéramos ser Donald Draper.
Porqué Donald Draper es uno de los personajes de ficción más repudiados por mí?
Porque el tipo es un patán, un ególatra insensible, una bestia refinada que muestra cómo a veces los hombres no pensamos lo que hacemos. Donald Draper es el monumento a la estulticia masculina disfrazada de poder macho seductor. Tiene una linda esposa que lo adora y él la traiciona a quemarropa sin inmutarse por ello, desatiende su hogar y es culpable de varios desordenes de sus hijos. En su oficina es un tipo tirano y orgulloso que no tolera se cuestione su autoridad, que todo mundo haga lo que quiera pero que nadie se olvide que él es el jefe, además nadie trabaja en esa oficina sólo él, o por lo menos es lo que cree. Desprecia su pasado, su verdadera familia, le pone precio al afecto que otros le tienen y no tiene ningún reparo por olvidar a todos aquellos que algna vez significaron algo para él. Es un insensible que sólo le importa triunfar y que nadie lo moleste en su camino aunque ni siquiera él sepa qué es eso del triunfo. Un retrato sórdido de qué tan obnubilado puede llegar a estar un ser humano que a veces pareciera no serlo. La personificación de la soberbia y la existencia vacía que esta misma provoca.
Ambas facetas hacen de este un personaje entrañable. Un personaje creíble y querible. Quizá porque así somos todos, nunca somos totalmente buenos ni totalmente malos, solemos ser una escala de grises. Y Don Draper nos muestra la mejor y peor faceta de un héroe citadino de los 60s. Gran personaje principal y gran serie para disfrutar, discutir y pensar. Dios te ayude Don!


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