sábado, 6 de julio de 2013

El disco que escuché se llama "Comedown Machine" de The Strokes

 
Este álbum es el más atípico en la historia de The Strokes, ahora bien, atípico no quiere decir malo o excelente sino lo que es: diferente.
¿Por qué es tan diferente? Por una serie de características que descubrí y que procederé a compartir.
Primero, es el álbum por el que tuvimos que esperar menos después del último álbum conocido. Angles (ese polémico Angles...) salió el 22 de Marzo del 2011 y éste álbum de carátula roja salió el 22 de Marzo de exactamente 2 años después.
Segundo, es el álbum del "Julian's falsetto" si hiciéramos una gráfica poniendo en el eje de las Xs y ordenados cronológicamente los álbums de los Strokes y en el eje de las Ys el uso de falsete en el canto de Julian Casablancas tendríamos una línea ascendente hacia la derecha, de los 11 tracks que componen el disco en 8 se puede escuchar la voz de Julian en Fasetto ya sea como voz principal o voz accesoria. La última vez que escuchamos el agudo registro de Julian en un álbum de los Strokes fue (y de manera discreta) en el reciente Angles. Interesante y fresco pero considero que a veces se abusó del recurso vocal.
Tercero, es (en mi opinión) el álbum más coherente pues todas las canciones tienen ese componente que las une: todas recuerdan a una época cuando se respetaba al Rock como el género musical que es; que parece ser ese era el objetivo de los neoyorquinos, evocar a mejores tiempos musicales y vaya que lo consiguieron.
Heredaron el toque innovador de Angles de añadir teclados, sintetizadores y demás efectos pero no se olvidaron de sus raíces volviendo a lo básico: rock de calidad como con el que los conocimos a principios del siglo.
A continuación breves comentarios sobre cada track:
Tap Out: se oye como lo que es, un intro, recuerda a la musiquita de Street Fighter o Double Dragon, buen ritmo de bajo
All the time: tal vez la única canción que se escuche más "back to the basics" sin falsete, con guitarras protagonistas, un sólido solo y la voz aguardiéntosa casi inentiligible de Julian. Podría haberse colado en "Is this it" y nadie se hubiera dado cuenta.
One way trigger: qué más se puede decir de esta canción;  qué fue el primer track que se escuchó y que espantó a todos, que "casualmente" parece una copia de la emblemátia canción de Maná, que es la única canción de la que podemos ver la letra oficial (en el site de Julian)...yo digo que la escuché, y me preció todo menos los Strokes pero aún así me gustó.
Welcome to Japan: una joya de este disco, una verdadera obra de arte en todos los sentidos, diferente a lo que nos tienen acostumbrados pero cuando la escuchas sabes que ningún grupo podía tocarla. Vaya uso de guitarras rítmicas ¡vaya poesía rítmica de coro!vaya solo y vaya cambios de ritmo. A mí me transporta a una soleada tarde del japón de la postguerra y es un deleite corear con Julian los versos de este temazo
80's comedown machine: Recuerdan "Is this it" y "Ask me anything"? bueno aquí está una tercera canción de cuna (aunque también podría funcionar como tema musical de un videojuego de supernintendo de Mickey Mouse), aletargadora pero rítmica
50 50: Este es rock del bueno, estoy seguro que los Ramones estarían orgullosos. guitarras irreverentes, un filtro que hace oír a Julian de repente como Billie Joe Armstrong y un ritmo violento, trepidante y con velocidad que invita a pisar a fondo el acelerador del cadillac rojo de los 60s al que nos transporta. Un verdadero himno al punk
Slow animals: Un track que se me antoja demasiado melancólico pero que está bien logrado y tiene un buen cierre
Partners in crime: grandiosa guitarra rítmica y excelente cierre, definitivamente dentro del top 5 del álbum
Chances: la balada romántica que últimamente no puede faltar en los discos de The Strokes (y que se oye sospechosamente a "Phrazes for the young", a pesar del exagerado uso del falsete resulta soportable
Happy Ending: difícil para mí decidir entre este track y Welcome to Japan cuál es mi canción  favorita de Comedown Machine, también se oye muy diferente pero la lírica y los fabulosos y brillantes requintos hacen de este un track delicioso digno de poner en repeat por tiempo indefinido
Call it fate call it Karma: Una especie de homenaje balada a esas canciones románticas que se escuchaban por las tardes cuando las radios eran sofiticadas piezas de madera, al menos a eso me suena a mí.

En fin, esas son mis expresiones del último álbum de la banda que según Wikipedia dice que dicen que salvó al rock. En términos generales es un buen álbum y que disipa algunas (no todas pero sí la mayoría) de las dudas que nos dejó Angles. 
¡Larga vida a Julian y compañía!

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