viernes, 25 de octubre de 2013

El libro que leí se llama "Los viajeros. 25 años de ciencia ficción mexicana"

Por lo regular el tiempo en el que tardo en econtrar un libro es inversamente proporcional al tiempo que tardo en leerlo. En cuanto supe de este libro lo quise, lo deseé al instante. Sabía que no sería fácil así que tuve que tuitearle a don Alberto Chimal para que me dijera cómo encontrarlo y, veinticuatro días después, de visita en el DF y aprovechando la feria del libro en el zócalo (aguacero incluído) logré encontrarlo. 24 días de espera y búsqueda y un viaje de 268 kms para obtener un libro que me acabé en 4 días. Por eso digo lo que dije.
Ciencia Ficción + México, pocos binomios tan delicisiosamente atractivos como este que tiene la particularidad de parecer inexacto en un principio, de parecer una pareja de términos muy disparejos, como que se tiene cierta desconfianza de que ambos conceptos puedan aparecer juntos. Pero para mí, que ya tiene tiempo que descubrí esta "fascinante ventana de la especulación literaria", me queda muy claro que una de mis misiones en esta vida es recolectar de manera física los poquísimos ejemplares (cual si fueran esferas del dragón) que dedican sus páginas a esta unión tan llamativa (tal vez en otra ocasión cuente las historias de las batallas que le librado contra el tiempo y el espacio que se esconden detrás de cada uno de los brillantes ejemplares que se exhiben en mi librero). Cómo no podría fascinarme esa ventana que unifica dos grandes temas de mi vida? La fasceta que me enamoró de la literatura y la que escogí para iniciarme como escribidor y mi patria tan querida, llena de contrastes y de vicios pero tan entrañable para mí que no importa cuanto se cuartee nunca dejaré de amar. Para mí la ciencia ficción mexicana es una bendición.
Y al leer el título de este libro entendí que era mi obligación poseerlo. Y después de cuatro días de embebida lectura lo he concluido y puedo escribir y compartir mis impresiones en este oscuro y olvidado blog mío.
Las 237 páginas incluyen 18 relatos acomodados en orden cronológico (según el nacimiento de sus autores) que si bien mantienen elementos en común que los hermana como "cuentos de ciencia ficción" presentan temáticas, estilos, recursos, y ambientes variados que hacen amena la lectura. Sería imprudente y de mal gusto reseñar brevemente cada historia. Me limitaré a reconocer aquellas lecturas que en lo personal considero destacan de las demás esperando que (para quien sea que me lea) sirvan de motivación a dar un vistazo por las perturbadas mentes de los cienciaficcioneros mexicanos.
"La pequeña guerra" de Mauricio-José Schwarz es un clásico muy mexicano de lo que fue/es la ciencia ficción hecha en México y creo que es muy conveniente situarlo al principio de esta antología; es una pieza narrativa impecable que no sólo inspiró a Suzanne Collins (aunque ella no lo haya leído) a escribir esa saga de juegos hambrientos sino que en su brevedad logra impactar más que toda la saga de la gringa. Éste sí que es un episodio brutal y sangriento que muestra esa capacidad tan nuestra (tan humana) que es la autoaniquilación. Bien hecho don Mauricio.
De ahí destaco "El viajero" un cuento que no sólo sincroniza a la perfección el género policiaco con una de las especialidades clásicas de la ciencia ficción como lo son los viajes en el tiempo sino que logra hacerlo en un contexto netamente mexicano. Destacable.
Siguiendo con el viaje llegamos a la tierra de Pepe Rojo, el maestro del ciberpunk, el antidemiurgo futurista por excelencia, al iniciar a leer sus páginas no me cupo duda alguna de que estaba en el pais de Yoni Rei y de que mi mente consciente no saldría igual de esas tierras desoladas e hirientes. No me equivoqué, aunque "Ruido gris" es el cuento más largo de la colección, no tiene desperdicio alguno, es una nueva bofetada a nuestra soberbia, confiada y estúpida confianza en nuestro progresoy modernidad. Grande y pertubador (lo que lo hace aún más grande).
Por último (más por cuestiones de espacio que por que no haya más títulos a destacar) quiero reconocer a la pieza que me pareció más compleja (narrado en segunda persona y alternando entre el tiempo pasado y futuro con una velocidad que da vértigo) pero a la vez más bella (cosa bastante difícil de lograr), a una combinación de narrativa poética y poesía que contribuye a la narración. Una hermosa imposibilidad titulada "Futura Nereida" hermoso título para una hermosa historia que definitivamente tenía que haber sido creado por alguien perteneciente al hermoso sexo; Gabriela Damián Miravete es su exquisito nombre, es el nombre de la joven autora que con esta delicada pieza me ha convertido en un admirador suyo. Ya lo dije "Futura Nereida" es una hermosa imposibilidad, hay que leerla ya.
Sería tal vez un poco ingrato no reconocer a quien fungió como coordinador de este proyecto y aprovecho este espacio para reconocer a BEF por este trabajo, en especial por dejarnos ver un poco el detrás del telón al permitir que cada uno de los autores comparta unas breves líneas sobre su obra mostrada, eso de verdad que se tiene que agradecer: gracias BEF.
Como Epílogo el gran Alberto Chimal escribe unas lineas que reflexionan y exponen de manera muy clara la importancia y relevancia que hoy más que nunca tiene la ciencia ficción, sobretodo en una sociedad como la mexicana que como bien nos muestra  BEF en la presentación "no la generamos pero ah cómo la padecemos!", y además de eso me abrió los ojos a reconocer que traducir science fiction como "ciencia ficción" es un verdadero disparate (el término correcto, como él indica, debería ser narrativa científica), descubrir esta curiosidad idiomática a estas alturas me llena de asombro.
En fin, mi tarea ha terminado. He dedicado unas lineas a celebrar un esfuerzo más (debería haber muchos más) de aquellos grandes escritores compatriotas míos a los que admiro y espero algún día poder emular con éxito porque creo que hoy más que nunca la ciencia ficción necesita de mexicanos que la cuenten cómo sólo nosotros la podemos contar (cuando lean este libro sabrán de lo que hablo) y los mexicanos necesitamos también hoy más que nunca ficción y por qué no? más ciencia también.



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