lunes, 2 de mayo de 2016

Mi primera traducción (Qué pasa si te enamoras de una escritora?)

Qué ocurre si te enamoras de una escritora?
Podrían ocurrir muchas cosas. Eso es lo que pasa con las escritoras. Son impredecibles. Podrían llevarte el desayuno a la cama, o podrían ignorarte por varios días. Podrían llevarte el desayuno a las tres de la mañana. O podrían despertarte para tener sexo a las tres de la mañana. O hacer el amor a las cuatro de la tarde. Podrían pasarse toda la noche sin dormir. O podrían quedarse dormidas a pesar de la alarma y olvidarse de despertarte para ir al trabajo. O podrían llamarte desde su trabajo para que vayas y mates una araña. O dejar de hablarte cuando descubren que no has visto “Matar un ruiseñor”. O gastarse todo su dinero en cinco tipos de jabones diferentes. O vender tus libros de texto a la mitad  del semestre para juntar algo de dinero. O dejarte notas románticas en post-its dentro de tus bolsillos. O lavar tus pantalones con los post-its dentro de tus bolsillos de manera que tu lavadora quede cubierta de bolitas de papel mojado. Ellas podrían llorar si se dan cuenta de que no leíste las notas en los post-its que te dejaron en los bolsillos de tus pantalones. Es una vida llena de incertidumbre y totalmente impredecible.


Pero qué pasa si una escritora se enamora de ti?
Es un poco más predecible. Encontrarás tu collar de cáñamo con el dije del hongo de cristal sobre el cuello de alguien más en una parada de autobús en un cuento. Tus zapatos favoritos desaparecerán misteriosamente, y aparecerán en un poema. El reloj que siempre te pones, el reloj que tienes pero nunca te pones, el hecho de que nunca hayas usado reloj: todo eso de repente pertenece a personajes que nunca has conocido. Y aun así ellos son tú. Ellos no son tú; son alguien completamente diferente, pero se acomodan el cabello como tú. Usan las mismas frases que tú. Se rascan la nariz cuando mienten, como tú. En ocasiones serán narradores, a veces protagonistas, otras villanos. A veces serán personas sin importancia, estáticas, nadie. Esto podría parecerte divertido al principio. O confundirte. Podrías sentirte desconcertado veas los libros como si fueran espejos. Podrías tratar de verte a ti mismo como tu amada escritora te ve cuando leas un poema sobre alguien que tiene tu  mismo segundo nombre o una narración sobre alguien que nunca ha visto “Matar a un ruiseñor”. Estos poemas, novelas y cuentos se dispersarán en el viento. Y te preguntarás si no andarás por ahí vagando en las páginas de alguna historia que ni siquiera has leído. No hay forma de saberlo. Y no hay forma de cambiarlo. Aun si te vas, una parte de ti siempre quedará ahí.
Si una escritora se enamora de ti, nunca morirás.   

Traducido del original escrito por Mik Everett aquí: 

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