"Everybody wants to go to heaven but nobody wants to die."
(Todo mundo quiere ir al cielo pero nadie quiere morir)
Acaso necesito explayarme más? Obvio, a todos nos gustarían que las cosas buenas ocurrieran sin que se requiera un esfuerzo previo. Esta frase típica de Texas condensa una verdad a veces poco confortable. Además la frase queda ad hoc para la funesta temporada. Me agrada ser parte de un país que ve a uno de los miedos más grandes de la humanidad: la muerte, como un pretexto para divertirse, para hacer pan especial o adquirir flores amarillas y permitir ese pequeño festival literario que son las ingeniosas calaveras. Somos el único país en el mundo que osa burlarse de la calaca; lo cual considero nos define como una nación fuera de lo ordinario, osea extraordinaria.
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