miércoles, 24 de junio de 2009

Que porqué no escribo?

Que porqué no escribo tanto como antes? Bueno queridísimos, amados y poquísimos lectores hay varias razones que podría esgrimir, cada una menos válida que otra y así subsecuentemente.
Creo que rara vez me he atrevido a malgastar su valioso tiempo con detalles irrevelantiosos de mi vida personal pues creo que no es ni ético, ni bonito, ni elegante.
Sin embargo creo que de vez en cuando me puedo permitir ciertas libertades riesgosas. Como ahorita.
No escribo tanto como antes porque: no tengo Internet en mi casa. Mi proveedor era un semivecino que amablemente compartía su señal inalámbrica conmigo, yéndose él se fue también el Internet y mientras me decido entre este lugar atestado de cucarachas sin Internet y cualquier otra opción he de sufrir la necesaria inexistencia de la madre de todas las comunicaciones hasta el moderno día. Dependo de la escuela o de otro semivecino que raramente está en su casa así que no tengo la libertad de publicar cuando quiera y tampoco puedo ya, ver videos de parkour y comerciales mientras como.
No escribo tanto como antes porque: es parte de una estrategia de renovación pero sobretodo de control de calidad, y dejemos ya el lenguaje organizacional por favor. Revisando las anteriores entradas me di cuenta de la anodinez y desabridez (permítanseme ambas valientes expresiones) de algunas entradas que realmente publicaba por publicar, p0r seguir con las estúpidas pero reales recomendaciones de blogueros más experimentados, supuestamente debo escribir un número estándar de entradas por semana de manera más o menos sistemática puesto que de esta forma el lector (nótese que evito el término “consumidor”) se acostumbra y desarrolla ciertos hábitos con base en sus expectativas pero no, no funciona así, hay veces en las que realmente no tengo nada que decir y a veces es peor pues ni siquiera tengo algo para compartir. Por lo que me avergüenzo de algunas entradas pasadas que están ahí nada más por rellenar el espacio, es por eso que me he determinado a escribir sólo cosas valiosas y que trasciendan. El punto es escribir menos pero mejor, ustedes saben; menos es más, calidad no cantidad y demás ridiculeces como esas. . .
No escribo tanto como antes porque: no tengo tiempo. Jajaja, de todos mis argumentos y raciocinios éste es el menos creíble y el más cuestionable. Mis días siguen siendo de 24 horas y yo digo que no tengo tiempo como si alguna vez lo hubiera tenido! Y es que el hecho de que mi yo estudiante esté agonizando de cierta forme ejerce una sombría injerencia sobre mí y múltiples vicisitudes pseudomercadológicas me roban desvergonzada y rapazmente mis deleitables horas. No sé porque conforme me acerco más al final de la vida universitaria la escuela presiente mi dichoso escape y trata de apretarme y evitarme el salir airoso, me aprieta con trabajos, tareas y proyectos casi inútiles a veces, no sé que tiene contra mí? O será todo creación e invento de mi desvariada imaginación? No lo sé ni quiero saberlo, mi única certeza es que aquela frase que dijo un compañero nunca ha dejado de ser cierta y erigirse como un consejo excelente: “si la escuela te quita mucho tiempo. . .déjala!”
Tres son las razones que mi subconsciente despierto ha vomitado en forma de excelsa catarsis. Creo que a ti, quien quiera que seas y te tomas el placer de leerme, lo menos que te debía era un intento de explicación como el que acabas de leer. No os preocupéis sigo vivo, realmente dentro de mi mente hierven y saltan buenas ideas de entes imaginarios que requieren ser literalizados, exorcizados de mi mente en forma de grandes piezas escritas, después de todo estoy condenado a pensar, imaginar, reflexionar y criticar de más, lo siento pero dijera mi hermana “estoy programado” para ser así. Paciencia, recuerden que un paciente le gana a cualquier héroe, Yo no estoy de acuerdo pero esa es la realidad. Y como comienzo a desvariar creo que es menester soltar la pluma por el momento y despedirme para regresar con todo aquello que temerariamente acabo de prometer.
Mientras tanto disfruta lo ya escrito, comenta, relee, comenta, comparte, invita a tanta gente puedas a leer algo de lo que he escrito (algo bueno debe haber) que prometo, te prometo regalarte cosas mejores.
Así sea o mañana amanezca manco. . .oye! qué gran idea para una historia. . ,

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