domingo, 20 de mayo de 2012

El libro que leí se llama "Cien años de Soledad" de Gabriel García Márquez. Comentario

Obviamente hace varios años que conozco de su existencia, el buen "Gabo" es uno de los pocos escritores que poseen la fortuna de que el ciudadano promedio reconozca su rostro o al menos sus apellidos le suenen familiares, vamos es un premio nóbel y se le conidera un gran representante de lo que llaman literatura latinoamerciana así que su obra cumbre era lectura obligada para alguien como yo (...).
De cómo llegué a este libro? Más bien él llegó a mí, por un conducto más bien inesperado. Resulta que mi hermana lo tenía (se lo regalaron) y fue tan amable de prestármelo.
fue una lectura tardada y en veces hasta un poco cansada (he de reconocerlo) 432 páginas de cualquier cosa consisten en un buen y necesario reto. Debido a que este 2012 me ha exijido leer como nunca, actualmente me encuentro practicando la polilectura coincidente, en la época que leía Cien años estaba leyendo creo que 4 obras más y siento que me sentía un poco presionado pues la vida es tan corta y hay tanto por leer. Me remito a este contexto para comunicar que lo leí de manera intermitente, no tuve sesiones de un par de horas donde concentraba mi atención y tiempm en dialogar con el autor como en otras ocasiones. Pero después de creo que un mes logré culminarlo y puedo añadir a mi cartera de leídos al gran Gabo. Hablando de Gabo he de mencionar que el único antecedente que tenía de él era el cuento "La prodigiosa tarde de Baltazar" componente del magistral "Cuento hispanoaméricano" del buen Seymour Menton. Y tendrán de estar de acuerdo conmigo (los que hayan leído el cuento de baltazar y cien años) que el estilo y el discurso es más que semejante. De manera que no me topé con sorpresa alguna en las primeras páginas y mucho menos en las últimas. Pero bueno ya voy a escribir sobre la obra.
En términos generales he de decir que no cumplió con mis expectativas. Culpan a la exagerada grandilocuencia que le han atribuido al colombiano los diferentes premios y medios y ejemplares vendidos, a mi natural no predilección por lo moderno y lo latinoamericano o a lo que quieran pero no encontré en Cien años de soledad el epítome de la literatura latinoamericana de esa época. No encontré la gran obra maestra que me hizo alabar las virtudes del autor y pues bueno, así es todo en la vida.
La novela es buena, pero hasta ahí, hay varios elementos recatables pero que en su conjunto no logran una master piece, en mi absurda y burda opinión. Uno de esos elementos es sin duda el realismo mágico, se encuentre presente en la obra pero no en cantidades que acatarren sino en dósis suficientes, oportunas y adecuadas. De hecho so estos chispazos de magia que van lubricando la desastrosa y (al final) lamentable genealogía de los Buendía. Otro punto a favor de la obra es la condensación de los eventos históricos que marcaron a latinoamericana en esas épocas, de manera sútil en medio de esta irreal historia familiar encontramos cameos importantes de revoluciones armadas, traiciones políticas, conflictos (o confusiones) ideológicas, burbujas económicas, represión social,  y demás personajes que cada latino conoce tal vez demasiado bien. Sí, Macondo triunfa en ser uno de los retratos mejor logrados de la américa latina del siglo pasado. Un elemento más a su favor se refiere a las magistralmente ejecutadas literarias del autor; cándidas exageraciones, símiles politicamente incorrectos y anheladas sinestesias contribuyen a hacer amena la lectura. No es por nada que esta obra haya trascendido lenguas, naciones e incluso otras artes. Supongo que lo que no me agradó del todo fue la complicada tarea de seguirle el rastro a cada descendiente de los Buendía pues se desdibujan unos a otros pero bueno, esa era precisamente la intención del autor: recalcar la inerte ciclosidad de la vida asi como su soledad, reafirmando lo que dijera Salomón "no hay nada nuevo bajo el sol". Otro punto al que no me encuentro acostumbrado es a la falta de un clímax como tal; la estrucutura de la novela no es un orden progresivo que nos lleva hacia la consecución de un fin determinado. Es simplemente una (in)conexión de diversos hechos cuasirepetitivos hilvanados por un componente constante que es el que le da título al libro: la soledad.
En fin, concluyo que es una obra valiosa sin duda pero que no fue de mi total agrado y me atrevo a expresarlo con franqueza y aceptando las consecuencias de mis palabras; como siempre la invitación está abierta. Léanlo y formen su propia opinión. Saludos

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