miércoles, 21 de septiembre de 2016

Una flor que no existe (aún)

Creadora de sonrisas han de llamarte;
dadora de ilusiones, ninfa de la lluvia,
bailarina del aire, han de llamarte.

Tú que abrazas la risa, la luz, el color y la elegancia con tanta fuerza
que habitan dentro de ti.

Tú que adornas tu cabeza con sabiduría, que vistes tu
silueta con amor púrpura.

Tú cuyo nombre tiene forma de flor,
una flor que no existe
pero cuyo aroma refresca mis tardes calurosas cargadas de spleen
una flor que no existe
pero cuando exista será única como tu nombre encantador.

Susurro tu nombre al cielo
y las nubes ríen hasta lloverse.
Le digo tu nombre a los verdes capullos y las hojas secas
y divertidos florecen y reverdecen.
Le muestro tus iniciales a la noche 
y las estrellas giran y las escriben 
con luz como tinta y éter como papel.

Cada vez que pronuncio las letras de tu nombre
las olas del viento retozan con ellas
y bailan en parejas, consonante con vocal,
con vaivenes, como botes sobre el mar.

La más bonita, la más elegante,
la que ríe como río de cristal,
la que huele a brisa matinal,
la más linda, la más alegre,
la más divina, la más celestial...
tus nombres provisorios serán

Hasta que un valiente, sabio y atrevido
pero sobretodo muy bendecido enamorado
se enamore de ti lo suficiente para crear
las bellas flores que repetirán tu nombre
por todos los jardines de esta parca ciudad.

Hasta entonces...

Creadora de sonrisas habrán de llamarte,
dadora de ilusiones, ninfa de la lluvia,
bailarina del aire y princesa de mis sueños
habré de llamarte.

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