"Definirse es limitarse"
Oscar Wilde
Oscar Wilde
Esa es la consigna. Este es el estandarte que he abrazado como insignia tanto en la creación literaria como en mi vida misma. Si hubiera una frase que definiera la naturaleza de este blog inequívocamente sería esta.
No es bueno definirse puesto que al hacerlo dejas fuera todo aquello que no entra en tu definición, algunos dirán “pero si no te especializas en algo serás un mediocre universal” permítanme disentir un poco (sólo un poco, de verdad) con esta pensamiento y otra frase que dice “zapatero a tus zapatos”. Creo en la especialidad pero también en la necesidad de reinventarse todo el tiempo aún siendo experto en algo siempre se puede innovar. Y es que al mirar al pasado remoto me doy cuenta que los grandes sabios de la humanidad eran todólogos y se dejaban seducir por la curiosidad irremisiblemente. Estudiaban todo, se llamaban asimismos filósofos, osea amantes de la sabiduría ¿cuál sabiduría? Pues toda, todo lo que no se pudiera pensar era objeto de estudio. Incluso en el renacimiento tenemos al personaje cuya existencia me sirve como máximo y mejor ejemplo de mi postura: Leonardo Da Vinci. Qué fue él? Pintor, anatomista, ingeniero, escritor, astrónomo y quién sabe qué más hacía cuando intentaba hacer nada.
Es por esto que lucho contra la definición, contra el encasillamiento, las etiquetas, lo predecible, y abrazo a la espontaneidad, la creatividad y (porqué no?) a la locura como amantes de por vida puesto que me he peleado con los límites y ellas me pueden ayudar a escapar de mi propia definición y recrearme a mí mismo. No os limitéis jamás.
No es bueno definirse puesto que al hacerlo dejas fuera todo aquello que no entra en tu definición, algunos dirán “pero si no te especializas en algo serás un mediocre universal” permítanme disentir un poco (sólo un poco, de verdad) con esta pensamiento y otra frase que dice “zapatero a tus zapatos”. Creo en la especialidad pero también en la necesidad de reinventarse todo el tiempo aún siendo experto en algo siempre se puede innovar. Y es que al mirar al pasado remoto me doy cuenta que los grandes sabios de la humanidad eran todólogos y se dejaban seducir por la curiosidad irremisiblemente. Estudiaban todo, se llamaban asimismos filósofos, osea amantes de la sabiduría ¿cuál sabiduría? Pues toda, todo lo que no se pudiera pensar era objeto de estudio. Incluso en el renacimiento tenemos al personaje cuya existencia me sirve como máximo y mejor ejemplo de mi postura: Leonardo Da Vinci. Qué fue él? Pintor, anatomista, ingeniero, escritor, astrónomo y quién sabe qué más hacía cuando intentaba hacer nada.
Es por esto que lucho contra la definición, contra el encasillamiento, las etiquetas, lo predecible, y abrazo a la espontaneidad, la creatividad y (porqué no?) a la locura como amantes de por vida puesto que me he peleado con los límites y ellas me pueden ayudar a escapar de mi propia definición y recrearme a mí mismo. No os limitéis jamás.