Un día como hoy pero de hace 71 años se suscitó en nuestro páis un acontecimiento que ahora recordamos como la "expropiación petrolera".
No quiero escribir sobre este hecho histórico sino más bien sobre lo que significa para mí y muchas personas más a quienes la palabra petróleo nos significa algo más que un combustible. Personas que viven y/o nacieron en una ciudad petrolera como yo que tuve la fortuna de nacer en la incipiente y siempre mal ponderada ciudad de Poza Rica de Hidalgo, Veracruz.
Para empezar, para mí el 18 de marzo siempre significó vagancia, no había clases y casi siempre se armaba algún puente así que mi yo infante siempre agradecía a quien fuera que haya sido causante de que no tuviéramos clases; tata Cárdenas y compañía.
Después obviamente, para todo pozarricense 18 de marzo significaba "desfile", no el desfile de la mañana, el aburrido donde pasaba toda la gente de Pemex y si tenías mala suerte te tocaba desfilar a ti también con tu escuela en la mañana y nadie te iba a ver sólo tu familia, terminabas sudado y fastidiado por el sol de mediodía; no, me refiero al de la tarde, el de las comparsas y los carros alegóricos, ese es el bueno.
Práctiamente desde una noche antes la gente se queda a dormir en el bulevard para apartar lugar, los que tienen camioneta la estacionan en entre los puntos para dar curva sobre el mismo bulevar, muchos preparan tortas, refrescos, antojitos y todo tipo de cosas que se pueden vender en un desfile, y es entonces cuando empieza la algarabía.
Desde los más chicos hasta los más grandes, familias enteras, grupos de amigos de la escuela, chilangos y demás fuereños, unos de pie, otros en una silla otros en el piso. Cuando llegan las motos con los agentes de tránsito todos entendemos que ya inició.
Lo primero son comparsas, comparsas de escuelas, con sus bandas de guerra, son lo mejor, estás como una hora escuchando todo tipo de música a base de percusiones e instrumentos de viento, imposible mantenerse rígido y no empezar a mover los pies o las manos emulando el movimiento de las batacas sobre el tambor. También este es el momento para buscar tu escuela y ver quiénes están desfilando o buscar al primo o prima que le tocó desfilar y echarles confetti en la cara o por lo menos gritarle para después saludarlo sonriente con la mano. También es divertido ver quién es el típico o la típica arrítmica que no lleva el paso o no se sabe la coreografía (yo fui uno de ellos), resulta agradabale ver las caras de las niñas y los chavos que ponen un gesto que indica que están súperconcentrados en seguir los pasos o por lo menos al grupo, el contemplar la vestiementa cofeccionada exclusivamente para usarse este día; ves de todo: rumberos, salseros, bailadores de tango, elegantes uniformes militares, trajes de breakdance, de hiphoperos, atuendos jarochos, rancheros, de todo como dije.
Después, en algun momento viene lo mejor de lo mejor: los viejitos!!!
Sí, los "adultos mayores" que viven en las diferentes casas de reposo de la ciudad siempre preparan un gran espectáculo, siempre me he preguntado cómo es que se echan todo el recorrido a pie cuando yo en la mañana lo había hecho y estaba súpercansado éste simpático grupo de gente recorría el mismo tryaecto que los jóvenes y siempre parece que lo disfrutan mucho más, sin duda ninguna comparsa tiene más ritmo que las de los viejitos, por lo regular siempre bailan salsa o rumba o algún ritmo tropical y prenden siempre a la gente, es imposible no aplaudirles y gritarles "eh eh eh eh eh", no hay forma de resistirse al encanto de ver a estas personas mayores divirtiéndose como enanos sabiéndose el centro de atención y el alma de esta fiesta que apenas inicia.
Para estas alturas ya se va descubriendo cuál es la "canción del desfile", aquella que se repite más veces entre el sonido que lleva cada comparsa, ganadores anteriores han sido "pásame la botella" y el "za za za".
Después, cuando empieza a caer el sol hacen su aparición los fabulosos carros alegóricos, algunas escuelas, sobre todo jardines de niños, son las primeras en aparecer cada una con un tema diferente: perosnajes de disney, animales de la selva, piratas, en fin, y los niños trepados en las tarimas saludando a la gente con sus manitas al aire y la boca siempre abierta. Posteriormente las grandes empresas aparecen, la coca, la sol y la corona siempre se disputan el premio al mejor carro alegórico pero sobre todo los espectadores masculinos discuten entre sí por ver qué empresa hizo mejor su trabajo al contratar a las edecanes. Por lo regular alguna de estas empresas traen a alguna estrella invitada del momento. A veces reciclan tanto al carro como a la estrella que usaron en el carnaval del puerto jarocho.
Finalmente cuando vuelven a aparecer las motos y las barredoras quiere decir que ya se acabó. Entonces toda la gente se vuelve a sus casas, al centro a cenar, o a la feria o algún lado a seguir festejando conforme al gusto de cada quien. Cabe mencionar que todos nos dirigimos hacia donde sea caminando puesto que no hay forma alguna de usar la principal vialidad todavía obstruida así que ves a toda la ciudad caminar por el camellón bajo los árboles platicando sobre qué comparsa fue la mejor, cuál quedó como la canción del desfile de este año, porqué te peleaste a paragüazos, latazos y insultazos con una señorao una viejita porque no te dejaba o no la dejabas ver. Siempre alguien se pelea con alguien, pero siempre sales bien, siempre hay algo que no te gustó, pero siempre te llevas un recuerdo agradable, siempre.
Ay como extraño mi tierra. . .
No quiero escribir sobre este hecho histórico sino más bien sobre lo que significa para mí y muchas personas más a quienes la palabra petróleo nos significa algo más que un combustible. Personas que viven y/o nacieron en una ciudad petrolera como yo que tuve la fortuna de nacer en la incipiente y siempre mal ponderada ciudad de Poza Rica de Hidalgo, Veracruz.
Para empezar, para mí el 18 de marzo siempre significó vagancia, no había clases y casi siempre se armaba algún puente así que mi yo infante siempre agradecía a quien fuera que haya sido causante de que no tuviéramos clases; tata Cárdenas y compañía.
Después obviamente, para todo pozarricense 18 de marzo significaba "desfile", no el desfile de la mañana, el aburrido donde pasaba toda la gente de Pemex y si tenías mala suerte te tocaba desfilar a ti también con tu escuela en la mañana y nadie te iba a ver sólo tu familia, terminabas sudado y fastidiado por el sol de mediodía; no, me refiero al de la tarde, el de las comparsas y los carros alegóricos, ese es el bueno.
Práctiamente desde una noche antes la gente se queda a dormir en el bulevard para apartar lugar, los que tienen camioneta la estacionan en entre los puntos para dar curva sobre el mismo bulevar, muchos preparan tortas, refrescos, antojitos y todo tipo de cosas que se pueden vender en un desfile, y es entonces cuando empieza la algarabía.
Desde los más chicos hasta los más grandes, familias enteras, grupos de amigos de la escuela, chilangos y demás fuereños, unos de pie, otros en una silla otros en el piso. Cuando llegan las motos con los agentes de tránsito todos entendemos que ya inició.
Lo primero son comparsas, comparsas de escuelas, con sus bandas de guerra, son lo mejor, estás como una hora escuchando todo tipo de música a base de percusiones e instrumentos de viento, imposible mantenerse rígido y no empezar a mover los pies o las manos emulando el movimiento de las batacas sobre el tambor. También este es el momento para buscar tu escuela y ver quiénes están desfilando o buscar al primo o prima que le tocó desfilar y echarles confetti en la cara o por lo menos gritarle para después saludarlo sonriente con la mano. También es divertido ver quién es el típico o la típica arrítmica que no lleva el paso o no se sabe la coreografía (yo fui uno de ellos), resulta agradabale ver las caras de las niñas y los chavos que ponen un gesto que indica que están súperconcentrados en seguir los pasos o por lo menos al grupo, el contemplar la vestiementa cofeccionada exclusivamente para usarse este día; ves de todo: rumberos, salseros, bailadores de tango, elegantes uniformes militares, trajes de breakdance, de hiphoperos, atuendos jarochos, rancheros, de todo como dije.
Después, en algun momento viene lo mejor de lo mejor: los viejitos!!!
Sí, los "adultos mayores" que viven en las diferentes casas de reposo de la ciudad siempre preparan un gran espectáculo, siempre me he preguntado cómo es que se echan todo el recorrido a pie cuando yo en la mañana lo había hecho y estaba súpercansado éste simpático grupo de gente recorría el mismo tryaecto que los jóvenes y siempre parece que lo disfrutan mucho más, sin duda ninguna comparsa tiene más ritmo que las de los viejitos, por lo regular siempre bailan salsa o rumba o algún ritmo tropical y prenden siempre a la gente, es imposible no aplaudirles y gritarles "eh eh eh eh eh", no hay forma de resistirse al encanto de ver a estas personas mayores divirtiéndose como enanos sabiéndose el centro de atención y el alma de esta fiesta que apenas inicia.
Para estas alturas ya se va descubriendo cuál es la "canción del desfile", aquella que se repite más veces entre el sonido que lleva cada comparsa, ganadores anteriores han sido "pásame la botella" y el "za za za".
Después, cuando empieza a caer el sol hacen su aparición los fabulosos carros alegóricos, algunas escuelas, sobre todo jardines de niños, son las primeras en aparecer cada una con un tema diferente: perosnajes de disney, animales de la selva, piratas, en fin, y los niños trepados en las tarimas saludando a la gente con sus manitas al aire y la boca siempre abierta. Posteriormente las grandes empresas aparecen, la coca, la sol y la corona siempre se disputan el premio al mejor carro alegórico pero sobre todo los espectadores masculinos discuten entre sí por ver qué empresa hizo mejor su trabajo al contratar a las edecanes. Por lo regular alguna de estas empresas traen a alguna estrella invitada del momento. A veces reciclan tanto al carro como a la estrella que usaron en el carnaval del puerto jarocho.
Finalmente cuando vuelven a aparecer las motos y las barredoras quiere decir que ya se acabó. Entonces toda la gente se vuelve a sus casas, al centro a cenar, o a la feria o algún lado a seguir festejando conforme al gusto de cada quien. Cabe mencionar que todos nos dirigimos hacia donde sea caminando puesto que no hay forma alguna de usar la principal vialidad todavía obstruida así que ves a toda la ciudad caminar por el camellón bajo los árboles platicando sobre qué comparsa fue la mejor, cuál quedó como la canción del desfile de este año, porqué te peleaste a paragüazos, latazos y insultazos con una señorao una viejita porque no te dejaba o no la dejabas ver. Siempre alguien se pelea con alguien, pero siempre sales bien, siempre hay algo que no te gustó, pero siempre te llevas un recuerdo agradable, siempre.
Ay como extraño mi tierra. . .
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